El apóstol Santiago posiblemente nunca estuvo en España. Acaso el sepulcro de Santiago tampoco contiene sus restos. Lo cierto es que en la Edad Media se construyó una leyenda en torno al Camino de Santiago, como en Asia el Camino del Elefante Blanco, y entre los tártaros el Camino a la Meca. El perfil impetuoso del Apóstol encaja con la idea de un caudillo celestial, el Santiago Matamoros, que coincide con los dolorosos años de la reconquista que ahuyentó y masacró más de lo deseado y que acabó con 700 años de cultura y política árabe en la península Ibérica. La dominación cristiana posterior ha durado hasta el momento tan solo 500 años. La peregrinación compostelana facilitó que gentes venidas de otros lugares de Europa se asentaran a lo largo del camino, conformando una nueva cultura urbana basada en la aparición de nuevos oficios y el florecimiento del comercio, de la arquitectura, del arte civil y religioso. Con estos antecedentes tres parejas de Sorbeltz, en autocaravana y moto, han visitado a salto de mata algunos lugares de este camino, cuyos puntos de pernocta se detallan en este ENLACE y cuyo reportaje fotográfico se ofrece cliqueando sobre la imagen de Santiago Matamoros.
